Alguna reseñe un "adiós", hoy reseño un "bienvenida". Alguna vez dije adiós pero hoy me dicen entra... y yo entro. Para que amar si no se puede ser cursi, para que pensar en el día de mañana con alguien si no se puede disfrutar del caramelo rosa que brota de las venas, para que estar vivo si no se puede vivir. Y volví cual peregrino ambulante, perdido entre las selvas de concreto, volví cual ciego a su bastón.
Ella dejo tanto y ahora recupero tanto, que no se en que momento se fue o en que momento volvió; es una realidad atemporal en la que solo se siente el aire arrojado por los pulmones. Digamos que estoy tan extasiado que solo siento mis piernas cuando tiemblan. Pára que estar enamorado si no se puede ser cursi, es cierto señores soy cursi. Es mas, ahora me estoy dando un festín de caramelo de fresa (bien fresa) que a su vez ha sido bañado en caramelo líquido y lo mejor de todo es que no me empalago.
Y ella volvió y me alumbro las sombras, es cierto que hay detalles sin cerrar y palabras mudas que aun rondan las calles y los pasillos, pero qué importa. Total, las sombras solo aparecen cuando hay luz de por medio. Ella volvió entre los jardines y las mareas “adornada de corolas” y envuelta “en viento verde”. Señores, bienvenidos a mi mundo rosa; al mundo cursi y rosa que tanto alimenta el cadáver que quise ser. Bienvenidos a mi mundo de cuento de hadas que tiene pizcas de realidad. Y volvió mi luz, y volvió Tuany.
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