La vida es una gran prostituta, que para darte placer ha de pedirte algo, a veces lágrimas, a veces tu muerte emocional... yo tuve que pagarle durante un año, en cuotas muy injustas a veces. Pagarle con cada recuerdo, con cada emoción, con cada letra y cada aire de remordimiento y culpa. Tuve que pagarle para obtener lo que tengo ahora, un pago de sangre que ni mil almas marchitas y cerca de ser creadas pudieran igualar, que ni mil destrucciones de la naturaleza humana podrían asemejar.
No cambié de capítulo ni volteé la página, todo eso es poco... cambié de libro, cambié de vida,
mas mis métodos siguen intactos e inmensamente mejorados, todo gracias a lo que dejé al costado, y digo al costado por que no creo que deba dejarlos atrás, esas experiencias no se dejan atrás, se llevan en la mochila para poder así ver cuánto hemos crecido y cuánto podemos crecer en el futuro, futuro que no existe, pero que genial es pensar en ello; y con ella, mi coautora, mi nuevo mundo emocional, he crecido pensando que el único límite es el universo (espero no encontrarme con un agujero negro en el camino). Y yo que pensaba que no me importaba que una caricia podría cambiar el color de mi ciudad, el código oculto de su mirada, que ella me mostraba siempre se asomaba temblando a mi regazo, mientras yo aun debiéndole a la vida las monedas del alma, mi sangre, que día a día le pagaba, no me percataba del calor de su presencia, hasta el momento en que mi funesto contrato con la vida terminó, por que había encontrado un nuevo libro y , con ella, a mi nueva coautora.
Entre miradas bulliciosas y palabras mudas, entre sentimientos inefables y poco ortodoxos, ella y yo nos olvidamos de las personas que dejaron una inmensa huella en nuestras vidas, olvidamos quienes fueron, mas no lo que significaron, por que gracias a ellos somos lo que ahora pregonamos en cada beso, en cada caricia, cada susurro y en cada significativa, muy significativa, conversación. Significo tanto en su vida, que rápidamente me embriagué de su cuerpo, mientras pierdo contacto con la realidad y me fundiera con ella en un largo beso dado por primera vez un 11 de setiembre, un 11 de setiembre donde no hay torres que se desplomen, sino donde se construye castillos de vida con amalgamas de realidad y de amor (palaras que poco usaré de hoy en adelante, ya que encasillan lo que siento por ella).
Y al final de esta historia, teniendo mi nueva coautora a mi lado, creando y destruyendo mundos enteros, solo repito la misma frase que cada noche, antes de exhalar mi último suspiro consciente, repito: "Buenas noches... Gaia"
2 comentarios:
Pedrito!!!! no creo q la vida sea tan prostituta solo creo que en ocasiones es una maestra antigua que no se deja entender que puede llegar a hablarnos entre murmullos. Pero nos enseña tal vez con una regla entre las manos y se que no es didactico se que seria mejor si aplicara el constructivismo pero asi es ella ese es su metodo de enseñanaza. Y asi aprendemos a relacionarnos y a escribir y a buscar a nuestros coautores que tambien nos enseñan
Oie, usaste una frase del grupo Gotan Project, pero aun así lo usaste bonito... que bueno saber que tienes una nueva coautora, que tienes por fin (quizas eso de por fin suena mal) a alguien con quien sentir lo que habias sentido con la otra muchachita. Ummm... No creo que hayas estado haciendo un pago de sangre, solo es una consecusion de ensayos y errores que te permitieron llegar a ella, yo misma fui un error tuyo jejeje. En fin, espero sigas escribiendo asi, espero que tu limite siga siendo el universo, aun que tu unico limite serás tu mismo. Tu sabes querer a las personas, eres muy tierno y amable, tienes arranques que siempre adoraré y espero seas muy muy muy feliz. Que bueno que podamos ser patas y que un sigamos tomando un café todos los días =).Cuidate, nus vemos.
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