ADIOS AL HNHU (por Blen)

Buen día a los presentes, quien habla es Blenda López, delegada de los internos 2010 y la voz de mis compañeras el día de hoy. Mientras redactaba estas palabras e iba pensando que sería bueno mencionar en ocasiones como esta, me fui enredando de a pocos entre recuerdos, memorias e imágenes que marcaron el año que termino, del cual hablare con nostalgia, alegría, orgullo y entusiasmo de hoy en adelante, al contar mi experiencia como interna dentro del Hospital Nacional Hipólito Unanue.

Llegamos en diciembre del 2009, un grupo tan etéreo de siete chicas villarrealinas en busca de un nombre sin rostro, dado que ninguna conocía en persona a quien ha sido nuestra asesora y amiga desde el principio, la doctora Milagros Carmona. Esa mañana de verano limeño iniciábamos una etapa final dentro de nuestra carrera y a su vez abríamos el círculo de vida que hoy vinimos a cerrar.

Los primeros meses fueron de arduo trabajo, difícil adaptación y duro aprendizaje; llegábamos a vivir un poco en carne viva la difícil tarea de ser un profesional de la salud, de asumir la responsabilidad  de trabajar con seres humanos en vivo y en directo, fue más allá de la teoría que ya conocíamos, estábamos frente a lado más funcional de la nuestra profesión y ello fue un aliciente más que un obstáculo para poder dar el 100% de nuestra capacidad. En marzo, recuerdo con mucha aprecio, se aúnan a nuestro grupo de trabajo tres chicos San Martín, quienes asumieron el trabajo ya descrito. Con la mejor disposición de parte de ellos y nuestra, nos tornamos en los internos de psicología del Hipólito Unanue 2010, dejando atrás el nombre de nuestras Almas Mater.

En líneas generales el crecimiento profesional e intelectual es evidente un año después, cual princesas guerreras y un príncipe encantado, tras un arduo entrenamiento, estamos preparadas para continuar el camino ya elegido. Lo que no significa que ya nada tenemos que aprender, por el contrario, luego de nuestra experiencia como internos tenemos una serie de tópicos que desarrollar en adelante. Cabe señalar, que lo logrado no hubiera sido posible sin el apoyo de todo staff, quienes como buenos psicólogos supieron brindar educación, evitando al máximo la sobreprotección, estuvieron ahí para enseñar, guiar y corregir en los momentos en que fue necesario hacerlo.

Bien, no solo de libros e intelectualidad estamos hechas, fue un tiempo valedero para el crecimiento personal también, al ser un grupo heterogéneo, variado e inclusive híbrido me atrevería a decir, compenetrar y hacernos los super amigos, colegas, compañeros, cómplices, etc, no fue tarea fácil pero tampoco fue una utopía, fuimos simpatizando uno a uno, día a día, cumpleaños tras cumpleaños, entre copas de vino, sesiones de belleza y conversaciones filosóficas, los lazos amicales se hicieron cuerdas amalgamadas, precederás al tiempo. Se suma a este círculo de amistad y camaradería, los psicólogos de staff, con quienes departimos momentos gratos, partidos de vóley, días especiales así como días particulares y más.

Hace algún tiempo atrás leí algunas líneas que a mi parecer calzan muy bien con la ocasión: El AYER es palabra de nostálgicos, MAÑANA es pretexto de  indecisos y HOY es programa de convencidos. Por que el pasado ya no está, y el futuro aun no ha llegado, de modo que es el presente el tiempo de construir, el tiempo de amar, el tiempo de luchar, y es un “hoy” en el que debemos decir un hasta pronto y un gracias.

Y es así como esta fábula se termina y el círculo se cierra. Muchas gracias.

El sábado pasado, estas fueron mis últimas palabras como delegada del internado, fue un momento muy bueno. ^^