Una tarde de Juguetes (por Blen)

Un tarde de 27 de agosto, una muñeca de vestido negro y cabellos pelirrojos paseaba por el boulevard de sueños perdidos, intentando comprar una pesadilla. En su paseo, se detuvo en el vitral de una pequeña tienda de dulces, en la estantería habían una gama infinita de caramelos que sabían a libros, de chocolate hecho a base de canciones de rock, entre todas las cosas de rutina, había solo una novedad: una torta de papel con un muñeco de bodas sin novia aparente.  La muñeca se quedo mirando lo gracioso, lo atípico, tierno, inocente, desaliñado, distraído y nada común  que se veía ese muñeco, parado allí sobre una plataforma de papel y sin mayor compañía que el reflejo de su propia sombra sobre su lado izquierdo.

La muñeca que había ido a comprar una pesadilla, entro decidida a llevarse el muñeco de la torta de papel, no tenia clara idea de que haría con él o por qué razón tenía el deseo de llevarlo consigo, lo importante es aquello que se desea, pensó.  

La chica de alma azulada que atendía en la tienda, le negó venderle al muñeco de la torta de papel, solo se limito a decirle: que no estaba a la venta, que no era propiedad de la tienda, que no era parte de la torta, y por tanto no podía dárselo. La muñeca tan terca insistió por saber la razón por la que no podía llevarse ese juguete tan bonito; la chica azulada le menciono que dicho “juguete” no era de juego, que elija otro.

La muñeca, era una niña de juguete con la ilusión de tener un juguete de torta, que era una imposibilidad algo cruel esa tarde. Al salir de la tiendecilla, un lazo de color azul eléctrico cayó de su coleta; a su vez una voz titilante dijo: el azul me gusta, el negro también y la muñeca que camina me encandila. Aquel muñeco de torta, poseía alma propia, cogió la mano derecha de la niña de juguete, miro sus ojos oceánicos, sonrió modestamente y camino con ella en el silencio sepulcral de esta pesadilla que se inicia.

En esta historia la muñeca no compró el juguete que deseaba pero halló su complemento,  el muñeco de torta dejó su libertad pero encontró a la chica faltante de su lado izquierdo y a la actualidad son juguetes en su propia pesadilla.

Mi primer escrito publicado este año, inspirado por quien cruzó mi tarde de agosto, una tarde-noche en la que reconocí que hay más allá de mi propio yo. 
"Una noche de agosto mi alma perdida arroje al mar" frase que describe casi a la perfección la situación actual, una pesadilla que encandila mis noches y sostiene los días. 

Todos mis escritos publicados por este medio han hablado siempre del pasado, he caído en cuenta que no escribo más de lo que pasó, mi verbo ahora es actual, lo de hoy y quizás lo de mañana. 


Thanks my bittersweet to be here, I'm glad I love you.