jueves, 9 de diciembre de 2010

Metempsicosis III: Lo que prometí nunca hacer (Por Pedro)

"...Y ahora tan sólo recuerdo mi muerta Alegría al recordar a mi muerta Tristeza. Pero el recuerdo es una hoja de otoño que por un instante murmura al viento y luego deja de ser oída" (Gibran Jalil Gibran).

Una frase para cada momento de mi vida, para cada persona, para cada emoción y decepción. Una frase para mi despedida y mi reencuentro... Una frase para no tener nada más que decir, una frase dicha sin palabras, sin remordimiento. Una frase para besos no nacidos y para aquellos que son ceniza. Para cada niño que me crió, para los amigos que me soportaron y para cada mujer que me marcó. Una frase para cada maldición que recibí y devolví, para cada lágrima sabor a limón que brotaron de mis ojos. Una frase para dios, aunque él me responda con un trueno en el oído y otra para satán aunque me responda con un beso en las manos.

Quise buscar su mirada cuando dije adiós, quise concatenar ideaciones suicidas con la imperiosa necesidad de abrazarla y decirle que sin ella no moriría, pero que al menos andaría cojo por un buen tiempo; quise verme por última vez en sus espejos y volver a rozar mi desidia por el borde de su sombra. Pero sus ojos nunca estuvieron, mi desesperanza corría hacia la gloria de la soledad, esos espejos ya estaban rotos y mi desidia eclipsó el día.

La metempsicosis vuela en el viento, es el viento, es la reencarnación de lo que en el alma guardamos volver a sentir, volver a anhelar, solver a asesinar... cura, crea y mantiene lo que nosotros veneramos en alguien y volveremos a ver en otra persona, que al final de cuentas añoramos lo que sentimos, a veces sin extrañar a la persona en sí misma. Luego de finiquitar con la vida de esa persona, sólo queremos volver a sentir, esa es la metempsicosis dentro de mis errores.

Soy el centro de mi universo, protagonista de cada libro que escribo, voy más allá de cada uno de mis coautores. Soy simplemente el ser vivo que vive para morir y por ese mismo hecho vivo cada emoción con toda intensidad posible, aunque mi cuerpo no vaya en arminñia con los estallidos dentro de mi ser, Dije adiós son que ella estuviera presente, dije adiós por que ella no me permitió estar presente, dije adiós por que ya no había armonía y no hay nada peor dentro del mundo que construí con ella que el quererla y no encontrar una armonía que haga de pilar entre ambos.

Un amor mayor, maduro, tan maduro que a veces se olvidaba que existía. Un amor amante de la biodanza, del espíritu, de la reencarnación y de los colores de la esperanza. Un amor desconfiado pero entregado, un amor que no se esconde en el centro, simplemente no salía de casa, de su sofá, de sus noches de caricias y de palabras tales como "ama la vida...". Ese amor es parte de ella, lo disfruté y lo llevé conmigo, escribí sobre ese amor, pero al final nada es perfecto. Todo es tragicómico. En un mundo perfecto nunca nos hubiera cruzado, ni siquiera hubiéramos nacido, no seríamos siquiera el último aliento de un orgasmo interrumpido por la sensación de una nueva vida. Ella es ese amor y yo la disfruté, pero no me era suficiente... querer no es el límite, amar no es el objetivo. El saber vivir con esa persona a quien amas es el mayor reto dentro del libro que escribes con ella en el día a dia y yo perdí ese reto. Hicimos muchos borrones y a veces teníamos faltas de ortografía. Las pequeñas incomodidades por separado no se aproximan ni un ápice a lo que se puede formar cuando acumulas éstas, tirándolas en el saco del "ya pasará", esos detalles formaron el cáncer de vida que ni siquiera la atadura emocional que a ella me unía pudo sostener.

Prometí nunca reeditar uno de mis libros de mi vida, prometí no hacerlo en el marco de la metempsicosis, lo guardaria en mi mochila y caminaría con ella, a veces leyéndola y aprendiendo de ella... realmente no pienso reconsiderarlo. Quiero tenerla a mi lado, quiero volver a sentir lo que en la intimidad sentía con ella, pero la promesa de sangre pesa en el alma y yo me prometí no morir otra vez con la misma persona, aun si eso significa volver al fúnebre contrato con la vida, aquella gran prostituta, para mantenerme en el mundo, en mi aquí y en mi ahora, acompañado de la persona más valiosa que el universo ha permitido conocer, yo.


9 comentarios:

Robert dijo...

yo me prometí no morir otra vez con la misma persona


de la CSM pedro de la CSM

Anónimo dijo...

"funebre contrato con la vida", eso sono a q ahora andas viudo. y la ultima linea uhmm no te imagine tan selfish, pero las apariencias suelen engañar. XD!!! (damn narcism)

BLEN

Anónimo dijo...

Siempre hay una caja de doble fondo para una doble mentira. Esta historia es el tipico caso de una perdida total del horizonte vertical. Buena pedrito

Miguel Aranda

Unknown dijo...

Es tu mejor post de Metempsicosis, más sincero que las demás, lastima que las mejores letras tengan como alma la pérdida. Bueno, lo que no te creo es eso de tu egoismo, no me cuadra, eres un psicópata, pero al menos un psicópata disfrasado de papá noel que al menos te das la molestia de hacer un cisne de origami para un niño que ves en el bus... osea, ya ps.

clar0scuro dijo...

Holas Robert, mil gracias por el comentario, refuerza eso creo... jeje. Sandrita ¿no bastaba que solo recuerdes el pasaje del niño llorando y el cisne que le hice? Jajaja, osea ¿por qué traer a colación lo de papá noel? tengo a dos de mis mejores patas que ya andan fregandome con eso jajajaja, Saludos, espero volver a verte

Pedro

Anónimo dijo...

¡¿Qué?! ¿Rompiste de verdad? Oie que mala onda Pedro, jaja, y pensé que llegarías a año nuevo haciendo una nueva promesa... solo dime donde vive y yo la busco!!! Vanesa.

Anónimo dijo...

A final de cuentas somos lo únicos en quienes podemos confiar, buscamos la soledad dentro de nuestras vidas y nuestros senderos. Espero disfrutes de tu soledad, mas no quiero que caigas en el pecado de estar solo. Confío en que reeditarás uno de tus libros, al menos que hagas algunas anotaciones dentro de ellas, te digo eso por que conozco tus memorias, conozco quien (o creo) puede hacer que edites tu vida. Al final, como dije, nosotros somos los únicos en quienes podemos confiar, pero hay personas que alimentan nuestras tintas.

Dante.

clar0scuro dijo...

A veces pienso que es bacán jugar a las escondidas, pero es bien triste que nadie nunca te encuentre... Maso siguiendo eso voy a esperar un poquito más (mil años quizás) para ver si reedito algun libro de mi vida. Y, pues, amigo Dante, si sabes quien aun anda en mi cabeza, por favor dímelo, que hay cosas que necesito aclarar en mi fuck vida de una vez por todas...

Pedro

clar0scuro dijo...

Por cierto... sólo conozco una Vanesa (sin doble N y sin doble S) que podría hacer ese comentario. ta bien, te permito que la busques, pero solo quiero que recuperes mi prensa papas que se quedó en su casa jajaja.

Pedro

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